lunes, 10 de mayo de 2010

EL VALOR DE UNA MUJER

Cuenta la leyenda que al principio del mundo,
cuando DIOS decidió crear a la mujer,
encontró que había agotado todos los materiales sólidos
en el hombre y no tenia más de que disponer.

Tomo la redondez de la luna; la suaves curvas de las olas,
la tierna adhesión de la enredadera,el trémulo movimiento de las hojas,
la esbeltez de la palmera, el tinte delicado de las flores, la amorosa mirada del ciervo,
la alegria del sol, y las gotas del llanto de las nubes,
la inconstancia del viento y la fidelidad del perro,
la timidez de la tórtola y la vanidad del pavorreal,
la suavidad de la pluma de un cisne y la dureza del diamante,
la dulzura de la paloma y la crueldad del tigre,
el ardor del fuego y la frialdad de la nieve.
Mezcló tan desiguales ingredientes, formó a la mujer y se la dio al hombre.

Después de una semana, vino el hombre y le dijo:
Señor, la criatura que me diste me hace desdichado,
quiere toda mi atención, nunca me deja solo,
charla incesantemente, llora sin motivo,
parece que se divierte al hacerme sufrir y vengo a devolvértela porque no puedo vivir
con ella!

Bien, contestó DIOS y tomó a la mujer.

Pasó otra semana, volvió el hombre y le dijo:
Señor, me encuentro muy solo desde que te devolví a la criatura que hiciste para mi;
ella cantaba y jugaba a mi lado,
me miraba con ternura y su mirada era una caricia,
reía y su risa era música,
era hermosa a la vista y suave al contacto.
Me cuidaba y protegía cuando lo necesitaba,
me daba dulzura, ternura, comprensión y amor sin condiciones,
porfavor DIOS, devuélvemela, porque no puedo vivir si ella!

Ya veo, dijo DIOS, ahora valoras sus cualidades, eso me alegra mucho,
claro que puedes tenerla de nuevo, fue creada para ti, pero no olvides cuidarla,
amarla, respetarla y protegerla, porque de no hacerlo,
corres el riesgo de quedarte de nuevo sin ella.

Anónimo,

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